09 Junio 2025
Parece que Bill Gates y Warren Buffett le deben su éxito a una simple estrategia que les permitió tener la disciplina suficiente para pasar su tiempo libre leyendo, aprendiendo cosas nuevas y haciendo lo que en su lista de propósitos anotaron a comienzos de año, o al menos eso es lo que confirmamos con su experiencia al convertirse los hombres más ricos del mundo.
Hacer una nueva tarea o trabajo que requiere de nuestro esfuerzo sin posponerla o creerla demasiado exigente parece una utopía. Se nos hace prácticamente imposible iniciar algo sin pensarlo como un desafío al cual deberemos dedicarle demasiado tiempo para resolverlo. Pero ese enfoque es el que nos aleja de leer 600 páginas al día, como lo hacía Warren Buffet al principio de su carrera, según su testimonio.
La llave del éxito, la regla de las cinco horas
Quizás el mayor misterio sobre estos magnates es cómo lograron tener la autodisciplina para lograr grandes tareas que suponen un esfuerzo. Según afirmaron medios como Business Insider, todos estas personalidades exitosas le deben parte de su éxito a la "regla de las 5 horas ", una estrategia que busca cambiar el enfoque de tareas enormes a una serie de acciones y propósitos.
Las tareas no tienen por qué ser obligadas o fruto del trabajo. Según indicó National Geographic, lo realmente efectivo para cambiar una conducta es establecer una serie de pautas que permitan modificarla lentamente. Es lo que se conoce en psicología como terapia cognitiva conductual. Mediante pequeñas acciones diarias, podemos ir estableciendo patrones en nuestras vidas que vayan dirigidas a un objetivo concreto.
¿En qué consiste la regla de las cinco horas?
Aquí es donde entra en juego la técnica de las 5 horas, que se ha comentado en diversos medios que utilizan personajes como Bill Gates, Elon Musk o Warren Buffet. Es decir, dedicarle 1 hora al día a una tarea de aprendizaje que nos obligue a estar concentrados sólo en dicha tarea. Aunque al principio puede parecer complicado, la clave se encuentra en la constancia y en ir haciendo progresos poco a poco.
Tampoco hace falta dedicarle 5 horas desde la primera semana, ese es el logro final. Si queremos por ejemplo aprender un idioma, podemos empezar dedicándole 10 minutos diarios y, poco a poco ir aumentando esta cantidad según nos sintamos más cómodos. De este modo, el esfuerzo constante en el aprendizaje irá que el conocimiento vaya calando y, sobre todo, iremos creando el hábito.
Los beneficios de la regla de las cinco horas
Pero un segundo beneficio que tiene esta técnica es que el forzarnos a estar 1 hora concentrados también reeduca al cerebro para concentrarse en una única tarea. Es decir, estaremos entrenando nuestra capacidad de atención hasta lograr la atención plena y en el presente.
Para muchas personas dedicar 5 horas a la semana no es un objetivo sencillo. Es muy probable que, aquellas personas que tengan poca capacidad de atención no puedan concentrarse más de unos minutos en una tarea. Pero también son las que, potencialmente, pueden obtener más beneficios si tratan de crear y mantener el hábito. Por ello, la técnica de las 5 horas, sea o no cierto que la practiquen estos magnates, es una forma magnífica de aprender un idioma, acerca de un nuevo hobby, o a reeducar nuestro cerebro sólo para que pueda estar presente.
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