Luego de luchar durante años contra una compleja enfermedad intestinal, el pasado viernes falleció Clara Giménez, la joven de 19 años cuya historia trascendió en todo el país no solo por el coraje con el que expuso su condición médica, sino también por las duras denuncias que hizo contra su obra social por no brindarle la cobertura necesaria.
La vida de Clara, de 19 años, cambió radicalmente cuando, a los 12, fue diagnosticada con un vólvulo intestinal, una compleja condición que provoca la torsión del intestino, impidiendo el flujo sanguíneo y generando obstrucciones graves. Desde entonces, se sometió a múltiples cirugías. En 2020, se le colocó una ostomía temporal, un procedimiento que generalmente se revierte a los tres meses, pero que en su caso se extendió durante años debido a complicaciones médicas y, sobre todo, a la inacción de su cobertura médica, la Obra Social del Personal de Telecomunicaciones (OSTEL).
Clara Giménez y su historia de vida junto a una “bolsita”
Clara Giménez se volvió un símbolo de fortaleza cuando decidió mostrar públicamente su realidad: vivir con una “bolsita” adherida a su cuerpo. Sin tabúes, relató su experiencia en redes sociales y, especialmente, en una emotiva aparición en el canal de streaming Olga. Su testimonio causó un fuerte impacto, generando un amplio debate sobre la salud pública, el acceso a tratamientos, los cuerpos no normativos y el rol que deben cumplir las obras sociales.
A pesar de su condición, Clara intentó mantener una vida lo más normal posible. Aprendió a manejar situaciones cotidianas con una madurez admirable: ir a la playa, salir con amigos, adaptarse a su nueva rutina. “Soy Clara Giménez, capaz que algunos se acuerden de mí, hace algunas semanas salí a hablar de cómo es vivir con bolsita”, escribió en Instagram en uno de sus mensajes más virales. En esa misma publicación denunció: “La obra social no está cubriendo mis consultas médicas, mis gastos médicos. Yo necesito verme con un médico y no me están pudiendo cubrir nada”.
Su mamá, Fernanda, confirmó que desde enero de este año comenzaron una pelea legal para conseguir la cobertura necesaria, pero los tiempos burocráticos resultaron fatales. “Desde enero peleamos por el tratamiento. Cuando llegó, ya era tarde”, lamentó la mujer. La Justicia había autorizado finalmente su traslado al Hospital Privado de Comunidad (HPC), pero el fallo llegó cuando ya no quedaban opciones.
La abogada de la familia, Verónica Giovanniello, advirtió que el caso de Clara no es un hecho aislado. “El juzgado ordena, la obra social desoye, y los afiliados se mueren. Así de drástico”, señaló. Y fue más allá: “Claras hay miles. Su historia conmovió porque tuvo el coraje de hacer público el destrato que sufrió. Incluso llegaron a insinuar que no la atendían porque era una afiliada indirecta y su aporte ‘no alcanzaba para nada’. Eso es vergonzoso”.
En medio del dolor, la familia apunta a que Clara no recibió la atención que merecía. “La clínica de cartilla que le asignaron no estuvo a la altura de la enfermedad. Lamentablemente ya es muy tarde. Honraremos toda la vida a mi hija por lo luchadora y fuerte que fue”, expresó su madre.